miércoles, 9 de junio de 2010

Arte paleocristiano


Arte y Cristianismo
Representaciones simbólicas en el arte paleocristiano como son el crismón y el monograma.
El crismón indica bien a las claras el lugar sagrado al que se accede al Templo. Se trata de un acróstico formado con las dos primeras letras griegas del nombre de Cristo (X P “equis Rho”) a las que se añaden los símbolos apocalípticos alfa y omega, representando que Él es el Principio y el Fin.
El crismón o anagrama de Cristo aparece con frecuencia en los sarcófagos paleocristianos, en las catacumbas y en las portadas románicas. Está formado por dos letras mayúsculas griegas del nombre de Cristo (cristo) c y s; generalmente junto a las dos letras aparecen alfa y omega, el principio y el fin, símbolo de la omnipotencia y eternidad. A estas letras se solía añadir la cruz y todo ello era encerrado en un círculo. En este signo existe un simbolismo cosmológico, la rueda solar, que se asocia directamente con la idea de Cristo. La combinación del círculo, con el monograma y la cruz, se convierte en un símbolo complejo en el que se habla de un Cristo como síntesis espiritual del universo, como la luz que alumbra las tinieblas del paganismo grecorromano, sobre las que finalmente triunfa. Ya Constantino los utilizó en sus estandartes con este significado.

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